El viernes 29 de octubre se vivió otra inolvidable noche de Stand Up en el Paseo La Plaza. Apenas el reloj marcó las 11 de la noche, las luces de la Sala George Harrison se apagaron y la música empezó a sonar a todo volumen. Atrás habían quedado las noches de funk y el último viernes de octubre se teñía del mejor rock nacional.

Como de costumbre, Maxi Grillado apareció en escena para presentar un nuevo show de Colapsados y, tras desplegar todo el humor de su monólogo, dio paso al invitado especial de la noche: Pablo Valenzuela.

Pablo Valenzuela demostró con creces por qué ocupa el lugar privilegiado que le toca ocupar en el Stand Up nacional. Su monólogo, impecable, tiene un ritmo increíble que desata aplausos esporádicos a cada momento.

Pablo hizo reír a la sala luciéndose durante los casi veinte minutos que ocupó el escenario y, tras un estruendoso aplauso, le dió la bienvenida al último comediante de la noche: Roberto Miranda.

Rober supo aprovechar al máximo el excelente clima que se había creado hasta entonces para brillar como siempre buscando que los espectadores llegaran al final del show con ganas de que no acabara nunca.

Esta vez, Colapsados tenía una sorpresa preparada. Una especie de bis para que el final fuera a todo trapo y los asistentes se retiraran de la sala felices, contentos y cantando.

Maxi y Rober cantaron en vivo mientras los espectadores aplaudían a rabiar para, así, empezar el sábado de la forma más bizarra y divertida.

Finalmente, presentaron a Pablo Valenzuela y los tres se despidieron ante un público tan generoso como agradecido.

El ritual de Colapsados va tomando forma y, el viernes 10 de noviembre, promete corporizarse definitivamente.